La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

sábado, 31 de diciembre de 2016

Del sentimiento trágico de la vida

Últimas horas del 2016. Siempre me estremece esta sensación de "fin de algo" e "inicio de otro algo" que conlleva el último día de diciembre. Me sorprende que siga inquietándome y hasta emocionándome porque esta frontera de fin de año es un puro espejismo, ficción de la mente humana, ya que la vida traspasa las fechas y los umbrales que nuestra mente necesita para comprender y ordenar las cosas. La Vida es un fluir continuo e ininterrumpido. Nosotros la parcelamos. Quizá la cuestión sea jugar este juego sabiendo precisamente que es un juego, nada más.

Y hoy me he levantado una tanto "unamuniana". Este bilbaíno fascinante, vasco universal, cristiano dolorido, genio apasionado, me ha asaltado desde la TV en la que ofrecían un documental de su vida. Unamuno me ha fascinado desde hace mucho. Cuando leo alguno de sus escritos me invade la sensación de estar escalando el Himalaya o de ser llevada a fosas abisales de hondura impensable para mí. 

El resto de la mañana me asaltaba una y otra vez el pensamiento de lo huérfanos que estamos de más genios así... Nos faltan "Unamunos" como nos faltan "Ellacurías" o "Zubiris" o "Simones Weil"o "Marias Zambrano"... Anda nuestro mundo escaso de mentes y espíritus preclaros. Hoy todo es tan líquido... Toda idea o propuesta profunda es rápidamente transformada en producto de marketing, en libro de "coach", en moda, en algo fácil de devorar, consumir y copiar para poder pasar a otra cosa.

Hecho en falta en el escenario público aquella profundidad de pensamiento y vida de hombres y mujeres como los mencionados y otros/as más. 

Es por ello, que, en este último mediodía del 2016 deseo homenajear a Unamuno y haciéndolo, abrir espacio en mí para lo profundo, para lo eterno, para lo que posee valor pero no tiene precio... Para la ESENCIA y lo esencial. Aunque ello me lleve, en medio del preludio de cotillones, confetis y cohetes a un cierto "sentimiento trágico de la vida". No puede ser menos: millones del personas en el mundo seguirán viviendo esta noche envueltos en hambre, enfermedades , dolor y abandono sin otro horizonte de esperanza que la esperanza en la bondad del ser humano. Urge despertar del sueño del falso estado del "bienestar" y entrar de lleno en lo que de verdad es real: no podemos salvarnos solos, nos tenemos que "universalizar".

La esencia de un ser no es sólo el empeño en persistir por siempre, como nos enseñó Spinoza, sino, además, el empeño por universalizarse, es el hambre y sed de eternidad y de infinitud. Todo ser creado tiende no sólo a conservase en sí, sino a perpetuarse, y, por ello además, a invadir a todos los otros, a ser los otros sin dejar de ser él, a ensanchar sus linderos al infinito, pero sin romperlos.
... Más, más y cada vez más; quiero ser yo, y sin dejar de serlo, ser además los otros, adentrarme a la totalidad de las cosas visibles e invisibles, extenderme a lo ilimitado del espacio, y prolongarme a lo inacabable del tiempo. De no serlo todo y por siempre, es como si no fuera; y por lo menos, ser todo yo, y serlo para siempre jamás. Y ser yo es ser todos los demás. ¡O todo o nada!
Miguel de Unamuno. Del sentimiento trágico de la vida.



jueves, 22 de diciembre de 2016

Navidad sin Dios

Celebramos aquí en esta vida temporal, el nacimiento eterno que Dios Padre ha realizado y realiza aún sin interrupción en la "eternidad" y que este mismo nacimiento se ha producido también en el tiempo, en la naturaleza humana. Este nacimiento se produce siempre. Pero cuando no se produce en mí ¿qué me importa? ¡Qué por el contrario se produzca en mí , ¡es toda la cuestión!

Maestro Eckhart (1260-1328). Del nacimiento eterno


Ahora sí... Ahora que se ha celebrado el sorteo de Lotería de Navidad, ahora sí es Navidad, claro que también está la Navidad del Corte Inglés, luego llegará la lotería del Niño. Un sinfín de "apósitos" que se han ido pegando al cuerpo de Misterio de la Navidad cristiana que absolutamente nada tienen que ver con su significado, con lo que nos recuerda, con lo que en sí mismo encierra en su núcleo de religación de Dios y de la Humanidad.

Cada año me es más costoso y me duela más asistir a esta patraña de Navidad atea, navidad sin Dios. Sí, atea porque su dinamismo social funciona de tal forma que anuncia y apunta hacia "no-Dios". Todo el despilfarro, la oda masiva al consumismo descerebrado, la instrumentalización del fondo de humanización, solidaridad y amor de la Navidad cristiana que convierte toda esa riqueza interior en una banalidad absoluta que favorece el consumo desmedido, jugando con la "lágrima facilona" del "vuelve a casa por Navidad" o de la abuela despistada del anuncio de la Lotería de este año. 

Navidad instrumentalizada descaradamente por las grande superficies, marcas, empresas y la inmensa mayoría de nosotros/as jugando nuestro papel de obedientes cuidadanos/as que no se cuestionan casi nada y ocupan su puesto en el engranaje de la máquina de gastar navideña.

¡Qué hipócritas somos! o, si me permitís, sobretodo qué hipócritas todos/as aquéllos/as que se quejan de que se pongan belenes y símbolos religioso en plazas o colegios pero son incapaces de actuar en coherencia y dejar ellos y ellas de celebrar esa navidad cristiana en la que no creen.  Insulto para los empobrecidos este festín de consumo e igualmente insultante para quienes sí reconocemos en Belén un Misterio brutal, un anuncio de algo que golpea la lógica humana y que nos lanza infinitamente más allá de nosotros mismos.

Belén es el recuerdo de que Dios jamás se casa con lo superfluo, con lo egoísta, con lo tibio y mediocre. Belén es Misterio sólo accesible para quien acalla el tumulto de sus voces interiores y afina el oído para Escuchar  que Dios desea poner su morada en el dolor de la humanidad, en los lugares de pobreza y periferia. Que no es un Dios de poder humano, sino humilde, vacío de sí para llenarnos a nosotros si acudimos a Él /Ella desnudos de artificios como humildes y asombrados pastores o buscadores e inquietos Magos de Oriente.

Dios no puede encontrar espacio para brillar en nuestras atestadas mesas navideñas, en nuestras conversaciones superficiales, en nuestras poses navideñas. Consciente o inconscientemente todo ello apaga la Luz de Belén, como se apaga toda llama que carece de oxígeno.

Esa Luz brilla incombustible, potente en cada ser humano que da su vida, que busca a Dios, que construye humanidad, que se entrega, que tiende la mano, que sueña con algo más que "comer y beber", sea donde sea, también en estos contextos ateos y consumistas. Seguro que hay tantas personas cerca que no dicen nada, que se "amoldan" a lo que toca por no crear conflicto, por no llamar la atención, pero internamente buscan a Dios, anhelan encontrar la Luz de Belén en medio de todo este lío "navideño".

Y también brillará esa Luz infinita en todos los rincones de infierno y dolor de nuestro mundo, brillará en esa legión de hombres y mujeres que pasarán la Navidad junto a un enfermo amándolo, en un campo de refugiados, recogiendo comida para los bancos de alimentos, dando una taza de caldo caliente a los sin techo de nuestras ciudades, acompañando a ancianos/as solos/as. Brillará la Luz de Belén en las pequeñas comunidades cristianas que en todo el mundo celebrarán desde el alma la llegada del Emmanuel, del Dios-con-nosotros/as.

Pero, sí, porque Dios es Dios, brilla por siempre esa Luz en la Esencia de todos y de todas, porque estamos hechos a medida de lo infinito aunque no lo sepamos, aunque no lo queramos saber incluso aunque lo rechacemos. Nuestra Esencia es divina, nuestro hogar verdadero es Belén porque allí, en ese lugar simbólico y eterno, lo verdaderamente humano queda cuidado, atendido, gestado y parido.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Una experiencia y un sueño. Ideas desordenadas

Hoy quiero compartir con todos/as vosotros/as algo que en parte es una experiencia y en parte un sueño. Vayamos por partes y lo primero es la experiencia.

El verano pasado la Vida me regaló impartir dos cursos de EI en Portugal. Lo hice a dos grupos de profesores/as de la zona de Oporto, un primer grupo perteneciente a la congregación del Sagrado Corazón de María en Viseu y el segundo curso a un grupo de profesores  de colegio de los Claretianos de Os Carvalhos.

Al ser verano, mi marido ya estaba de vacaciones así que pudimos estar y trabajar los dos juntos, algo que es un lujo y un descanso para mí y que me ofrece una excelente posibilidad para contrastar con otro mis percepciones, sensaciones...

Cada día comentábamos las sensaciones y en todo el tiempo fueron más que gratas. Encontramos educadores con un nivel de formación altísimo (muchos licenciados y doctorados en teología), manejando perfectamente varios idiomas, entre ellos el castellano, generosos en su dedicación, creativos y sumamente acogedores.

Pero no es este el tema principal que deseo compartir hoy sino la sorpresa que fue para nosotros que al terminar el primer curso, la Secretaria del Secretariado Nacional de Escuela Cristiana de Portugal me propusiera regresar para dar unas charlas y talleres para todo el profesorado de escuelas cristianas. Fue una alegría y me sentí sumamente honrada. Los obispos portugueses en su mayoría no tienen dudas: el camino es por ahí.

Así que el sábado pasado estuve en la casa de los Carmelitas situada en frente del Santuario internacional de Fátima hablando a 156 educadores/as de la zona centro y Sur de Portugal sobre la EI. Lo más hermoso para mí y lo más emocionante fue que pude realizar esta intervención mano a mano con Diana Ferreiro, educadora del colegio de La Salle que formó parte del grupo de educadores lasalianos que comenzaron la andadura de Hara. Ella fue en aquel 2009 la única portuguesa del grupo y no se amedrentó. Ahora, tras mi segunda estancia en Portugal compruebo lo sencillo que es para ellos comprender el castellano y su facilidad para los idiomas, debida, en parte, a que no existe el doblaje de películas...¡qué vagos somos los españoles!

Diana explicó en qué consiste el Proyecto Hara y como lo trabajan y viven ellos en su centro y por la tarde ella, junto con compañeros de su colegio de diferentes etapas, dirigieron talleres prácticos. Podéis imaginar cómo disfruté escuchándola y... claro, no pude evitar sentir ese "orgullo" que los educadores sentimos cuando alguien a quien tú has formado lo percibes ya como MAESTRO. Sí, SIETE AÑOS (un septenio) después percibí muy claros los frutos del esfuerzo lasaliano y del mío y evoqué tantos cursos impartidos desde el 2004, tantos momentos, rostros, experiencias de todo tipo, también momentos duros, momentos de duda, pero sobretodo momentos de Vida que tanto me han aportado y hecho crecer.

Y resonó con fuerza lo otro que deseo compartir con vosotros/as hoy: el sueño. 

Son ya dieciséis años los que llevo dedicándome a la EI, primero con mi alumnos en el colegio Mare de Déu del Roser (Adoratrices) de Barcelona donde trabajé, luego en el Casal Lluis Espinal de la Cova de Manresa, después en la Diócesis de Vitoria y ahora de nuevo yendo donde me llaman que son numeroso colegios de España y todo esto no es "autobombo" (los que me conocéis sabéis que no me va mucho lo de la "publicidad", a veces hasta soy un poco "dejada" en ese aspecto) sino que es una forma de deciros con datos de primera mano que la EI lleva DIECISÉIS años (y más) caminando imparable por España, siendo el foco de atención de miles de educadores, equipos directivos, equipos titulares de diversas congregaciones del ámbito concertado. La EI hoy está ya en la universidad adoptando al forma de Posgrado Universitario en el que hay alumnos del contienen americano (Argentina y Venezuela). Son ya varias las tesinas y tesis doctorales que versan sobre la Interioridad humana y sobre la Educación de la Interioridad. Cada vez hay más Foros con este tema. 

Actualmente en toda España hay varios proyectos ya en marcha, en concreto: el proyecto lasaliano HARA,  la Compañia de María y su Proyecto "i", Jesuitas, Escolapias de Cataluña, Salesianas, Salesianos de Sants Viçens dels Horts (Barcelona), EGIBIDE y su proyecto IZAN en Vitoria y allí también el Colegio Veracruz de las misioneras de Bérriz con su proyecto "Zugan" que ahora es un proyecto editado por Edelvives con el nombre "En ti", otros comenzando como Maristas de la Ibérica (Proyecto Quéreb), Vedrunas, Niña María en Vitoria, Claretianas... Y seguro que me dejo a muchos, algunos porque lo están creando asesorados por otros/as especialistas, otros porque están aún en la fase de "aproximación"  y no tienen un proyecto educativo como tal pero sí la certeza de que deben ofrecer este paradigma...

Con todo este recorrido y viendo ahora lo que se está movilizando en Portugal, donde regreso en abril para repetir la jornada del sábado pasado pero esta vez en Oporto, creo que es hora de comenzar a soñar y crear UNA RED IBÉRICA DE EXPERTOS EN EI que facilite el camino a los colegios e instituciones que precisan asesoramiento. Una red donde quien ya está adelantado ayude a entender a los que sienten interés qué es la EI, qué pasa en los profesores, alumnos y padres-madres cuando la EI deja de ser un "proyecto más " y comienza a ser entendido y aplicado como "PARADIGMA EDUCATIVO DEL SIGLO XXI". Una red en la que compartir materiales, sí, pero mejor aún reflexión de fondo, dudas, certezas, miedos y sueños, alegrías y penas... la Vida.

Si uno de los dos objetivos principales que en mi caso propongo en la EI es aquel de CONSTRUIR LA UNIDAD CON LOS DEMÁS, EL MUNDO Y DIOS, ¿podemos seguir trabajando cada uno en su "terruño"?

Así lo expuse en Portugal y ya hubo quien me dijo "cuenta conmigo"... Aún  son "ideas desordenadas", es utopía, no quimera. Utopía porque nos  pone en camino.

¿OS ANIMÁIS?






viernes, 4 de noviembre de 2016

El camino a recorrer


Todos nosotros, cada persona tiene ante sí un camino a recorrer. Se trata del camino que va desde "lo que uno ha nacido" hacia lo que uno ES. Así lo expresaba el magnífico George Moustaki: "crecer es elegir hasta convertir lo que uno ha nacido en lo que uno es". Ya en otra entrada de este blog (21 de diciembre de 2010) comenté lo que esta frase me sugería, pero hoy deseo retomarla y contemplarla a la luz de esta imagen del camino que cada uno debe recorrer.

El hecho de nacer no nos asegura nada, eso en el caso del ser humano queda bien claro. Necesitamos muchos años para poder "manejarnos" en la vida, tener un oficio y alcanzar la maestría en él, formar una familia o asumir un compromiso comunitario. Solemos pensar que todo esto es algo normal simplemente porque es lo que hace todo el mundo. Sin embargo ser uno mismo plenamente, desarrollar al máximo todas nuestras capacidades físicas, mentales, emocionales y espirituales es una labor de titanes y es ese precisamente el "quid" de la cuestión que hoy reflexiono con vosotros/as.


La mejor manera de explicar lo que hoy resuena en mí sería copiar aquí el mito de la Caverna de Platón (qué triste pensar que si nuestro sistema educativo sigue por donde va tendremos generaciones de personas que no tendrán ni idea de esta ni de otras geniales obras del pensamiento humano). Para quienes lo recordéis os propongo imaginar hoy que esas personas encerradas en la caverna no contemplan en una pared sombras ante sí. Imaginemos que la cueva o caverna que propone Platón hoy sería una cómoda casa o piso y en él personas sentadas en su sofá viendo día tras día la TV, mirando su tablet, móvil u ordenador y creyendo que esa es la vida real: lo que esos medios dicen, las imágenes que en ellos se proyectan, las ideas que allí se proponen... Podría ser también un bar con una super pantalla para ver el fútbol o un cine.

Hoy seguimos encerrados en cavernas y creyendo que las sombras que en sus paredes se proyectan son toda la realidad existente. Seguimos creyendo que lo que pensamos sobre lo que sucede es lo que sucede, seguimos pensando que podemos encerrar la Vida en parámetros mentales y verbales. Sí, aún somos en el siglos XXI  seres prisioneros y dormidos.

Pero la Vida se nos da como oportunidad para desplegarnos. La Vida, algo que nadie ha pedido para sí, una vez en camino no puede estancarse. Quedarse quieto es morir. Creer que uno ya lo sabe todo es morir. Pretender que la Vida sólo tiene una única lectura e interpretación es morir, es apretar más y más las cadenas que nos aprisionan y que nos impiden ver la Luz que hay tras todas las atrayentes sombras que nos entretienen.

Hoy, como en otra épocas de la Historia, la banalidad sigue siendo la enfermedad del ser humano. La banalización es una práctica manera de no asumir el riesgo de Ser, una forma de no tomar mi vida en mis manos y llevarla hasta el máximo de sus posibilidades. En una cultura de la banalidad la atención al Ser pleno no es contemplado como posible objetivo de la vida de una persona y si en algún momento lo es queda desestimado en pro de la atención a lo que las "sombras" nos dicen que es lo verdadero y que demasiadas veces está tan alejado de lo profundo y tan unido a lo superficial. ¡Qué facilidad tiene nuestro "modus vivendi" occidental para distraernos de lo esencial y hacernos vivir la vida como un espectáculo!

Así que, sí, puede ser que muchos de nosotros/as a ojos de la sociedad parezcamos personas muy desarrolladas, responsables, competentes, pero podemos estar absolutamente muertos por dentro, o dormidos o ser unos totales analfabetos del sentido de la Vida. Así, miles, millones de caminos vitales quedan a medio recorrer. Estancados en las primeras etapas vitales, no pocas personas, creen haber llegado ya al máximo de sus posibilidades conformándose con la versión mediocre de ellos/as mismos/as.

Pero la llamada sigue resonando: "¡VE MÁS ALLÁ!". ¡Sal de la prisión y atrévete a mirar la Luz de toda luz! En ella brilla lo que tú eres, tu verdadera identidad. No has venido a este mundo a vivir dormido o medio despierto. La Vida te ha sido regalada, ahora...¡LEVÁNTATE Y RECORRE TU CAMINO!"








martes, 11 de octubre de 2016

Acoso escolar otra vez

De nuevo otro dramático suceso de acoso escolar. De nuevo dolor en una familia, trauma en una niña. De nuevo todo el mundo culpando de todo al centro escolar, a los profesores "que no estaban en el patio". Una vez más, todo el mundo sabe más de la vida de un colegio que los propios educadores.

Y, de nuevo, olvidamos a los agresores, por ellos no sentimos más que odio y este lo transferimos hacia los profesores que parecen los culpables absolutos. Pero a nadie parece entristecerle que esos niños vivan semejante violencia desde tan pequeños.

He visto escenas en las que un grupo de madres grita con una agresividad absoluta a los profesores del centro en cuestión. Esa escena evidencia una de las claves de la violencia infantil en los centros que olvidamos con demasiada facilidad: el irrenunciable papel educativo y de socialización que tiene la familia. ¿Puede quien así grita y gesticula, educar de veras para la paz, la convivencia, el respeto y el diálogo? Personalmente lo dudo. Nuestros gestos externos hablan mucho de lo que llevamos por dentro y ese tipo de exaltaciones no apunta hacia algo muy "educativo".

Evidentemente, a cierta edad, los ámbitos de socialización y las fuentes de influencia que tiene un niño van más allá de la familia: colegio, amigos, grupos diferentes, internet, el móvil, aportan nuevos "contenidos" a la forma de entender el mundo.

Pero nadie puede negar que en los inicios de la vida para toda persona el lugar donde los valores vitales aparecen con más fuerza es el seno de la familia: lo que escuchamos y vemos en casa es lo que quedará más grabado durante toda la vida. 

Así pues, preguntémonos cómo hablamos en casa de los demás y cómo nos hablamos y tratamos entre los de casa. Preguntémonos cómo hablamos con nuestros hijos, qué les decimos y como se lo decimos cuando ellos y ellas nos hablan de otros compañeros del colegio. Preguntémonos a qué edad le dejamos un móvil con acceso a contenidos de la red. Preguntémonos a qué edad tienen un ordenador para ellos solos en su habitación o una televisión. Reflexionemos sobre los estereotipos que les transmitimos en nuestras conversaciones de adultos mientras comemos en familia (si es que lo hacemos), en nuestra exclamaciones ante la TV  al escuchar a un político, deportista. Como hablamos y qué decimos mientras conducimos en el coche familiar y un largo etcétera de cuestiones que tienen que ver con lo que nuestros hijos ven y escuchan de sus adultos y que es lo que de veras se les queda dentro. 

Sí, parece agotador, y lo es, porque educar de verdad es algo exigente. No lo puede hacer cualquiera y esa exigencia que tenemos hacia los profesionales de la educación olvidamos que en primer lugar debemos tenerla también hacia los padres y madres. El mero hecho de tener "capacidad para engendrar" no significa que tengamos capacidad para educar. La historia de la humanidad lo demuestra. Pero no por todos los casos de familias que malcrían, maltratan, mal-educan de cualquier manera a sus hijos, ponemos el acento en los padres y madres ni nos vamos a la puerta de esas familias a gritarles y lanzarles improperios y amenazas. Sin embargo rápidamente acudimos a los colegios a gritar a los profesores, a exigirles, se les amenaza, se les critica, se sabe más que ellos. Pero no se sabe nada de la gran cantidad de límites burocráticos, económicos y de personal que viven muchos claustros escolares y que hacen que la labor educativa viva auténticos recortes en su calidad diaria por puro agotamiento de los/as maestros/as  que, aún así, inventan mil nodos de seguir adelante.

Si como creo que es el caso del colegio donde se ha dado esta última agresión, los educadores han de atender a alumnos con necesidades educativas especiales y no tienen medios ni personal suficientes, lo normal es que en algún momento "no estén " donde hubiera sido deseable que estuvieran porque estaban donde también tenían que estar.

En esos debates facilones sobre educación que aparecen en los medios de comunicación, casi nadie apunta hacia el papel nuclear de la familia en la verdadera educación de los niños y niñas, los futuros adultos. Es necesario hacerlo. Es necesario dejar de buscar culpables y pensar de veras en qué es lo que hace que un niño se convierta en un ser agresivo y maltratador. Alguno descubriría como si del invento de la rueda se tratara, lo que otros sabemos hace mucho: que a un niño lo educa la tribu entera y que, en última instancia, donde habría que acudir a exigir, es a las puertas del Ministerio de Educación.

Mientras, sintámonos a salvo: la Liga de Fútbol nos ampara y Sálvame sigue aportando sabiduría a nuestra sociedad.

sábado, 24 de septiembre de 2016

"En el principio era la Son-risa"





Me he sentido y me siento el centro del universo muchos días: cuando de bebé todas las miradas amorosas, tiernas, divertidas estaban sobre mí, Cuando de niña los Reyes Magos me traían los regalos deseados. Cuando mi madre preparaba una fiesta de cumpleaños para mí...  Cuando me mira o me abraza la persona a la que amo. Cuando mis amigos me llaman, me hablan, me dicen que me quieren. Cuando alguien me dice "hoy he pensado en ti". Cuando siento vívamente que Dios "me mira" en el fondo de mi Ser.

Aquí estoy. En este planeta pequeñito que gira y gira por el infinito universo y, en cambio, yo, muchos días, soy el absoluto centro de todo cuanto es y existe: cuando mi tristeza es para mí motivo para no ver otras alegrías, cuando mi dolor me parece el único dolor, cuando mis emociones se erigen en reinas de todo lo creado. Cuando mi presencia, mis cosas, mi vida se me antoja imprescindible. Cuando creo que si yo no hago caso a Dios, él no existe o le resto algo. Cuando me creo que hay algo controlable y actúo queriendo controlar la Vida.

Aquí estoy. Sí, tan diminuta y tan grande a la vez. Tan "central" y tan "periférica". Tan "todo" y tan "nada".

Todo el universo en mi retina, en mis venas, en mis células, en toda mi entraña. Y yo parte ínfima de un universal universo.

A veces satélite de mis "soles"... A veces centro del universo para quienes me aman. A ratos estrella de mi propia galaxia y "sol" en la vida de algunos cuya luz yo reflejo haciéndome "luna".

Electrón que sale de su órbita y efectúa un salto cuántico avanzando en mutación espiritual. Expuesta a células cancerígenas con forma de pensamiento negativo. Partícula y onda.

Todo eso soy y no soy, somos y no somos.

Pero todos y todas podemos iluminar el universo al completo con una simple sonrisa.

Cuando sonríe el alma humana, ilumina lo ilumina todo dentro y fuera, microcosmos y macrocosmos.

"En el principio, era la Son-risa". Y dijo Dios: "Ellos, ellas SON la RISA  de mi Corazón"

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Mi huella en el mundo

Veo, escucho, huelo, toco, saboreo... A mi alrededor todo en movimiento. Vida. ¿VIDA?

Me pregunto: ¿A qué llamo vivir?
Te pregunto: ¿A qué le llamas vivir?

¿Es vivir "tener cosas"? ¿Nos definimos por lo que poseemos?
¿Es vivir "hacer cosas"? ¿Nos define nuestro trabajo?
¿Es vivir "sobrevivir? ¿Nos define nuestra capacidad de "aguantar"?
¿Es vivir estudiar, encontrar un trabajo, cobrar a final de mes, comprarse cosas y estar tranquilo viviendo lo mejor posible porque "total, son dos días"?
¿Es vivir crear un personaje para atravesar esta jungla vital?

¿Qué es vivir, vivir de verdad? 

Escucho tantos sucesos, actos que causan confusión, desasosiego, dolor, muerte, destrucción, pérdidas, discriminaciones, injusticia estructural, ideologías vacías...
Veo tantas formas de ser diferentes...

Veo...

Incendios provocados.
Corrupción política.
Guerras provocadas por mentiras, por intereses económicos, por fundamentalismos religiosos.
Discriminaciones por identidad sexual, por género, por raza, por nivel económico, por religión.
Niños y niñas maltratados por otros niños y niñas, por adultos sin escrúpulos, por multinacionales.
Ricos muy ricos, pobres muy pobres.
Fronteras cerradas al ser humano pero abiertas de par en par al dinero venga de donde venga.

Cerca de mí:
basura tirada junto a un contenedor vacío.
Ruido, ruido, ruido.
Malas caras.
Falta de educación.
Agresividad.
Dispersión mental.
Incultura.
Prejuicios.
Escaso cuidado del entorno.
Personas que siempre exigen sus derechos, pero no cumplen sus obligaciones.
Pensamiento mediocre.
Analfabetismo espiritual.

También veo y escucho:
Hombres y mujeres que en todo el mundo dan la vida por puro amor, con absoluta generosidad.
Jóvenes que sueñan y arriesgan en busca de un sueño.
Educadores/as que se dejan la piel cada día por una mejor educación, por la felicidad de niños y jóvenes.
Seres humanos que cuidan el planeta.
Inventores, creativos que aportan todo cuanto pueden y saben a la mejora de nuestra vida.
Luchadores que vencen la enfermedad con optimismo y fuerza.
Hombres y mujeres honrados que lo dan todo cada día, siendo fieles en lo pequeño y en lo grande.
Familias acogedoras.
Amigos fieles, amorosos.
Artistas que regalan belleza al mundo.
Personas cuidadosas y respetuosas que no ensucian ni contaminan ningún entorno.
Personas deliciosamente educadas, cultas, íntegras, presentes.
Seres verdadera y profundamente espirituales.
Hombres y mujeres que se sitúan conscientemente junto a quien sufre.
Sabiduría en las palabras y actos de tantos y tantas.
Dulzura y serenidad en la mirada de muchos ancianos.
Niños inocentes, alegres y despiertos.

¿Qué es Vivir? Quizá sea ser  caminar dejando una huella positiva en el mundo.


martes, 6 de septiembre de 2016

Ciencia y Fe tomando un té

Pocas veces he escuchado un discurso tan claro, sencillo, respetuoso e interesante sobre la necesaria interrelación entre ciencia y Fe.

Espero que los disfrutéis tanto como yo y que os lleve a vuestra propia reflexión.

Yo mientras me tomo felizmente un té (si veis el vídeo sabréis porqué).

viernes, 2 de septiembre de 2016

¡Qué hermosos los pies del mensajero que anuncia la paz!


Cuando llega el verano todo son celebraciones y deseos de que sea un tiempo de descanso, desconexión de las prisas, tiempo de vivir las cosas al ritmo que nos va bien y nos hace bien y de poder hacer todas esas cosas que durante el curso afirmamos no poder hacer.

Me parece a mí que ni siquiera en verano somos capaces de cumplir esos deseos y nos vemos demasiadas veces imbuidos de las mismas prisas y acumulación de muchos  "tengo que..."

Y, cuando septiembre nos susurra aquello de "el final del verano llegó", nos entra una extraña tristeza, una gran pereza y comenzamos a soñar con las siguientes vacaciones.

Vivimos distraídos, traídos fuera de nosotros, explorando en tierras ajenas en busca de lo que en abundancia crecer dentro de nosotros: la PAZ.

Todo es ya como tiene que ser en este instante preciso. Eso no quiere decir que no recordemos el pasado ni que prescindamos de imaginar el futuro. Simplemente quiere decir que la vida es ahora, no ayer, no mañana, "ahora es tiempo de gracia, ahora es tiempo de salvación" (2 Cor 6,2). Gracia y salvación en el verano y en el otoño, en la primavera y en el invierno. Nos lo dice con una palabra silenciosa la naturaleza. La forma en que los árboles, los campos, el cielo, el mar, los ríos, los animales viven cada estación dejando que cada momento sea como es: si frío, frío, si calor, calor, si abundancia gozándola, si escasez agudizando los sentidos para encontrar lo que se oculta en ella.

Observar la naturaleza y sus ciclos nos da una gran lección de vida. Todo en la naturaleza emite con rotundidad ese mensaje de PAZ. Una paz que emana del hecho de ser fiel a lo que se es en cada instante. Simplemente Ser.

El ser humano, con su inteligencia, su capacidad para transformar el medio, es capaz de maravillas pero tristemente a veces olvida lo más esencial: simplemente disfrutar y agradecer el hecho de ser. disfrutar y agradecer. Eso en sí es sanador y genera paz interior porque rompe con el círculo vicioso de la insatisfacción perpetua, de la huida hacia delante, del colocar siempre un paso o dos por delante la felicidad.

Mientras nosotros miramos ansiosos y quizá asustados nuestras agendas, horarios, etc... Las montañas, el cielo, el mar, las aves, los gusanos, las arañas, las flores, las abejas, la hierba, todo continúa tranquilo su andadura por el ciclo de la vida al margen del tráfago humano.

Hoy, en esta soleada y serena mañana de septiembre miro a los montes, acallo mi mente, respiro y escucho al mensajero que me trae la paz: está en mí, soy yo misma estando en Dios. Todo es como tiene que ser, todo es en sí mismo y ya revelación al contemplarlo en estado naciente (M. Zambrano)

jueves, 9 de junio de 2016

La interioridad como paradigma educativo


Queridos/as amigos/as que leéis este blog. De vez en cuando comparto con vosotros/as esa noticias que me alegran y esta es una de ellas.

Tras las nueve sesiones de la primera edición del Posgrado experto Universitario en Educación de la Interioridad, terminaremos el periplo formativo con este Simposio que lleva el título de LA INTERIORIDAD COMO PARADIGMA EDUCATIVO. 

A continuación encontraréis el enlace para acceder a los contenidos, horario, precio y lugar del Simposio. Os animo a darlo a conocer y a participar si os es posible. Estoy convencida de que los temas que abordaremos de la mano de especialistas aportaran mucho a la hora de seguir creando un modelo de Educación de la Interioridad serio y profundo que pueda a su vez ayudarnos a recrear la educación actual para que responda a las urgencias del siglo XXI.

www.lasallecentrouniversitario.es/Simposio-Educacion-Interioridad

jueves, 19 de mayo de 2016

A veces...

A veces me gustaría irme lejos, muy lejos de este "tinglado" al que llamamos "vida". 

Desde muy pequeña sentí que la vida de verdad fluía por otros cauces que no son precisamente los que se nos ofrecen como auténticos.

Me atreví a soñar y eso me llevó a tierras de una belleza inimaginable. En pos de mi sueño he cometido errores y hasta he hecho daño a algunas personas. Pero me he arriesgado y doy por buenas mis equivocaciones porque sin ellas no hubiera aprendido tanto. 

En todo ello la Vida me ha ido mostrando su sublime Belleza que no reside en nada que tenga un precio ni en nada que se base en una imagen. 

En esa navegación en pos de un sueño, se ha ido arraigando más y más en mí la certeza de que en lo que nos dicen que nos toca hacer o pensar, no reside mi felicidad. Por experiencia sé que lo que llamamos "normal" por estar dentro de la norma, me asfixia, me empequeñece, me adormece, me lastima el alma.

A veces, en cambio, he deseado vivir dormida para tener de qué conversar, para saber qué decir, para sentirme normal y una más. Los cantos de sirena pueden llegar a resultar sumamente atractivos, pero sólo causan naufragios.

Pero gracias a su generosidad la Vida me ha mostrado espacios abiertos de tal esplendor y magnitud que no adentrarme en ellos hubiera supuesto mi muerte.

Hoy, como sucede con los ríos bravos, mis aguas parecen llegar a un remanso que a ratos leo como una traición al dinamismo imparable del pasado. Sin embargo, percibo que la Vida quiere hoy manifestarse así en mí: en un remanso más pequeño, aparentemente menos bravío en su ritmo, pero quizá más profundo en sus fondos. Como si la potencia del agua durante tantos años hubiera horadado más y más el cauce otorgándole mayor profundidad y anchura aunque en su superficie parezca haber perdido vitalidad.

Esa es la labor del Espíritu: amplificar el espacio hasta hacernos puro espacio, aparente vacío plenificado por la Presencia. 

Por eso me resultan tan ajenas tantas cosas a las que dedicamos tanto y tanto tiempo y energías y se me confirman como esenciales tan poquitas o apenas ninguna... Quizá sólo una es esencial y eterna y no es "una cosa", se trata del Amor, ese que "es paciente, es servicial, no tiene envidia, no se alegra de la injusticia y goza con la verdad, espera siempre, aguanta siempre y no acaba nunca"

Ese sueño que me tomó y me modeló hoy me regala algunos frutos jugosos que alimentan mi ser y me ayudan a continuar este otro trecho de la travesía vital sin perder mi conexión con la Esencia de todo cuanto es.

A veces todo cuanto calificamos de "real" se me antoja un sueño y una estupidez y, sinceramente, comprendo que sea así pues lo Real sonríe y nos espera paciente tras el desfile de sombras mientras no nos atrevamos a salir de la cueva dejándonos deslumbrar por la luz del Sol.

A veces... A veces me siento tan sumamente extranjera, extraña, ajena... Y es por ello que a veces, algunas veces, vivo la vida como si fuera un juego.





martes, 3 de mayo de 2016

"Acoger el temblor"

“Encuentra tu verdadera debilidad y ríndete a ella. Ahí está el camino de la genialidad. La mayoría de la gente pasa su vida usando sus fortalezas para superar o encubrir sus debilidades. Hay unos pocos que utilizan sus fuerzas para incorporar sus puntos débiles, que no se dividen, esas personas son raras de encontrar. En cualquier generación hay unos pocos y son quienes la lideran.” Moshe Feldenkrais


En el blog de Helena Guevara, especialista  de Feldenkrais cuyas lecciones "on line" utilizo, encuentro esta entrada magnífica que me parece clave. Quiero compartirla con todos/as vosotros/as.




Viendo y escuchando conecto con todos mis límites y "temblores"...¡Son tantos! Deseo atravesarlos  amorosamente, dejándome enseñar, iluminar, pero sobretodo, acogiéndome a mí misma en lo que no puedo, en lo que no sé, acogiéndome cuando "no llego", acoger mis equivocaciones, mi sombra, mis miedos y vergüenzas. Acoger cada uno, uno a uno, mis límites con amor y lucidez, agradecida por ser humana, aunque me sepa habitada por lo divino.

Si abrazo y acojo mi ser imperfecto en su imperfección ¿cómo podré abrazar y acoger a otros y otras seres imperfectos como yo?

Pero aún deseo más, deseo "acoger el temblor" y escuchar lo que quiere enseñarme, los cientos de puertas nuevas que atravesar que me quiere mostrar cuando en lugar de rechazar esos "temblores vitales" los nombro, los acojo y luego los suelto suavemente como a cometas que desean alzar el vuelo o semillas que desean hundirse en la tierra y fructificar.

"Todo es posible y todo está por hacer", decía el maravilloso poeta  Miquel Martí i Pol. Así es con la condición de que en ese "todo" incluya lo tembloroso como vía de acceso a lo posible, tantas veces imposible cuando me resguardo en mis zonas de confort o simplemente me asusto y abandono a causa de mi "temblor".

miércoles, 13 de abril de 2016

De verdades y mentiras

Ayer en Donostia nos hablaba un jesuita sobre el drama de los "refugiados" y la hospitalidad e inclusión. Señaló varias cuestiones que me parecieron sumamente importantes y hoy resalto una de ellas. Comenzó su intervención haciéndonos caer en la cuenta de lo importante que es diferenciar entre "verdad" y "mentira".

Cierto, abundan las medias verdades y las puras mentiras en el ámbito político y en los medios de comunicación. Mentiras que muchos nos creemos y vamos repitiendo como cantinelas que de tanto decirse se camuflan como verdades. 

"Vienen a quitarnos nuestro trabajo", "los yihadistas vienen con los refugiados", "no hay medios para atenderlos", "muchos son delincuentes", "no quieren integrarse", "es imposible vivir con ellos", "que se queden en su país y lo arreglen"... Estas afirmaciones y otras repetidas de diferentes formas en diferentes medios, acaban por ser pronunciadas en el día a día de nuestra vida; las escuchas haciendo cola en un súper, en el bus, en una sobremesa de familia, en boca de un compañero/a de trabajo...

Sin embargo, no el mucho repetirla transforma la mentira en verdad. Esa no es la verdad. La verdad es que en Siria la guerra brutal dura ya cinco años. La verdad es que Europa no está soportando un número tan tremendo de desplazados como otros países, por ejemplo, Libia. La verdad es que Europa está incumpliendo lo que que se comprometió a hacer antes de invierno y ningún país ha acogido el número de refugiados al que se comprometió. La verdad es que hablamos de seres humanos, de ancianos, enfermos, niños, mujeres embarazadas, padres y madres de familia que han sido víctimas de una guerra inhumana, brutal y, como haríamos tú y yo, como hicieron nuestros padres y madres y abuelos en la Guerra Civil, han huido para salvar la vida, no para robar nada a nadie, ni para hacernos la vida más difícil a nadie. Hablamos de personas que, en su mayoría, estaban bien donde estaban, pero han sido forzados a dejar todo atrás y lanzarse a caminar por rutas que creían seguras pero en medio de las cuales aparece la hipocresía de los políticos que les dicen y nos dicen que esto tiene difícil solución poniendo límites a nuestra capacidad de crear fraternidad, camuflando mentira tras mentira. frenando la generosidad de muchos de nosotros y nosotras.

Los focos de desplazamiento de personas en el mundo hoy están bien identificados. En la reflexión de ayer se nos decía, y eso terminó de ponerme los pelos de punta, que con que los 24 países europeos echaran una mano a estos focos en educación, sanidad, y otros ámbitos, podría comenzar a reconducirse la situación. 

Los 10 principales países de origen de los refugiados (Finales de 2009):

PAÍSNº de PERSONAS REFUGIADAS
Afganistán*2.887.100
Iraq1.785.200
Somalia678.300
R. D. Congo455.900
Myanmar*406.700
Colombia*389.800
Sudán368.200
Vietnam339.300
Eritrea209.200
Serbia195.600

Hablamos pues de 24 países echando una mano a 10, como veis toca a poquito por país, pero ni eso quieren los dirigentes, ni eso ni nada que no sea seguir mintiendo y haciéndonos despistar con otros temas y, si no consiguen despistarnos, en España al menos les queda el fútbol, el gran opio de este pueblo. Así todos calentitos en casa con una cerveza, patatas fritas y jaleando a Messi o Cristiano, así, todo está bien y que nos dejen en paz esos molestos inmigrantes.

jueves, 31 de marzo de 2016

Y seguimos "amenazados de resurrección"

Y ya estamos en la cincuentena pascual, cincuenta días para poder entender y "gustar internamente" el gran grito de júbilo de la Vigilia Pascual: ¡¡HA RESUCITADO!!

Pero ¿cómo anunciar con alegría la Resurrección de Jesús en medio de un mundo repleto de muertes? 

Esta Semana Santa me ha resultado complejo intentar escribir algo en este espacio como me ha resultado complejo asistir a los oficios sin incluir en ellos el recuerdo de los pies doloridos y las vidas desencajadas de los refugiados excluidos de Europa, de los que quedan en medio de la devastación en Irán, de los cristianos/as masacrados, de los focos de dolor y empobrecimiento que continúan aullando en el mundo, de un planeta que continuamos ensuciando y depredando...

Demasiadas "malas noticias"... ¿Cómo de grande es esa "buena noticia" del evangelio que nos dice que "la muerte no tiene la última palabra"? ¿Tan grande como para conseguir que mi mirada hacia el mundo en el que me toca vivir sea positiva, esperanzada, amable? ¿Tan grande como para hacerme capaz de "creer contra toda esperanza"?

Esa Buena Noticia que de parte de Dios nos trajo Jesús a Él, le costó la vida. Esa es la cuestión. Anunciar la Vida, trabajar por la Vida, cuidar la Vida, cargar y en-cargarse de la Vida en la vida de cada día, en la vida concreta de cada uno/a MOLESTA , ayer, hoy y, quizá, siempre.

Si algo pone ante nuestros ojos el recorrido de los textos evangélicos de la Semana Santa es el poder atroz del mal y la absoluta vulnerabilidad del Bien. La contundencia destructora de lo egoico y la mansedumbre silenciosa de lo Esencial. Me explico: es lo que siempre hemos dicho todos que el mal "hace mucho ruido" y al bien  no se le oye, pero en la vida de Jesús y de todos quienes han secundado el brillo de la Luz que nos habita, esa Luz, esa Bondad que somos sí hace ruido, hace ruido molesto en el oído de los que no quieren ver, ni oír, nI que les molesten. El Bien es un chirrido insoportable en los oídos de los poderes de este mundo, ya sean políticos, económicos o religiosos. Por eso, en cada cultura, en cada época, se calla la boca al limpio, al bondadoso, cuidado: no al tonto/a que ni se entera y es un/a "bueno/ bobalicón/na". Quien molesta es la persona que dejándose traspasar por la Bondad, Belleza y Verdad que nos habita, lo anuncia y al hacerlo denuncia toda injusticia o perversión de lo genuínamente humano. El/la místico/a, el/la santo/a, el/la profeta, el/la visionario/a, el/la que no puede callar ante lo torcido e injusto, molesta siempre a quien está instalado en el poder, sea éste del tipo que sea.

Me siento quizá como debían de sentirse algunos/as ciudadanos/as europeos/as durante la Segunda Guerra Mundial al ir conociendo la barbarie Nazi. ¿Pudiera ser que estemos en el mismo contexto? Me surge un posible "sí"... Ante nuestros ojos -y en este 2016 tenemos múltiples ojos para ver: TV. Internet, móvil- desfila el dolor del mundo, no sólo en Europa sino en África, en Siria, en... ¡¡Y seguimos mirando hacia otro lado!! Eso les criticábamos a los alemanes, europeos y americanos en la Segunda Guerra, que miraron hacia otro lado, pero ¿acaso no estamos haciendo nosotros los mismo?

Nos informan de que cien mil niños/as desparecen por los caminos de Europa víctimas de redes de tráfico humano: no pasa nada
Nos informan de enfermedades y muertes entre los refugiados: no pasa nada
Nos informan de que Europa quiere incumplir los tratados acordados de acogida al refugiado: no pasa nada.
Nos informan de que como respuesta a las bombas se emplearán más bombas: no pasa nada.
Nos informan, nos informan, vemos, escuchamos, nos bombardean con imágenes: un lamento hoy y el olvido mañana.

¿Quién o qué ha conseguido adormecernos así? ¿En qué momento hemos perdido la capacidad humana de sentir como propio el dolor ajeno, de poner las manos en el arado para labrar nuevos surcos de vida?

¿Será este nuestro legado para nuestros descendientes? ¿Una sociedad que "mira" pero no ve, "oye" pero no escucha? 

Sintiendo este "peso" dentro, con estas preguntas dentro, con mirada crítica hacia mí misma por vivir tan cómoda y tan bien mientras tantísimo hermanos/as sufren lo insufrible, así he intentado Escuchar la Palabra, ver a Jesús, proclamar que "ha resucitado" y todo ello, de nuevo, me ha hecho creer que puedo creer contra toda esperanza, que hay "razón para la esperanza".

Hay tantos actos amorosos, hay tanta bondad que no se ve ni se escucha, hay tantos hombre y mujeres que desde mil lugares, de muchas formas diversas estamos (me incluyo aunque sea una pulga junto a gigantes) trabajando día a día por sanar esta enfermedad nuestra llamada egoísmo. Tantos hombres y mujeres exorcizando el miedo que nos ata, que nos cierra, que nos hace sospechar de todo y de todos para dar paso a la "libertad de los hijos e hijas de Dios" que nos hace alzar la cabeza y percibir en el horizonte que este mundo existe para la alegría, para el amor, para el goce de tanta belleza; que este mundo no pertenece a la muerte ni a la destrucción, sino a la vida plena y a la continúa construcción de "una ciudad para todos, una gran techo común"...

No quiero que pase de mí el cáliz de mis hermanos, pero no puedo llegar a donde desearía ( no puedo o quizá creo que no puedo), pero sí puedo al menos, dejar que mi corazón llore con ellos/as y se alegre con las resurrecciones diarias.

Sí puedo traer lo grande y lo lejano a mi pequeño y cercano día a día. Ahí deseo anunciar que todo "ha resucitado" y acallar las voces interesadas en hacerme creer que ya no hay nada que hacer, que esta es una humanidad amenazada por el odio, la destrucción el sinsentido. Tozudamente sigo creyendo que "ESTAMOS AMENAZADOS DE RESURRECCIÓN".


miércoles, 17 de febrero de 2016

Cuaresma "quijotesca"

CAPÍTULO LXVI


Que trata de lo que verá el que lo leyere o lo oirá 
el que lo escuchare leer.

Al salir de Barcelona, volvió don Quijote a mirar el sitio donde había caído y dijo:
—¡Aquí fue Troya! ¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó mis alcanzadas glorias, aquí usó la fortuna conmigo de sus vueltas y revueltas, aquí se escurecieron mis hazañas, aquí finalmente cayó mi ventura para jamás levantarse!
Oyendo lo cual Sancho, dijo:
—Tan de valientes corazones es, señor mío, tener sufrimiento en las desgracias como alegría en las prosperidades; y esto lo juzgo por mí mismo, que si cuando era gobernador estaba alegre, agora que soy escudero de a pie no estoy triste, porque he oído decir que esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo ciega, y, así, no vee lo que hace, ni sabe a quién derriba ni a quién ensalza.
—Muy filósofo estás, Sancho —respondió don Quijote—, muy a lo discreto hablas. No sé quién te lo enseña. Lo que te sé decir es que no hay fortuna en el mundo, ni las cosas que en él suceden, buenas o malas que sean, vienen acaso, sino por particular providencia de los cielos, y de aquí viene lo que suele decirse: que cada uno es artífice de su ventura. Yo lo he sido de la mía, pero no con la prudencia necesaria, y, así, me han salido al gallarín mis presunciones, pues debiera pensar que al poderoso grandor del caballo del de la Blanca Luna no podía resistir la flaqueza de Rocinante. Atrevíme, en fin; hice lo que pude, derribáronme, y, aunque perdí la honra, no perdí ni puedo perder la virtud de cumplir mi palabra. Cuando era caballero andante, atrevido y valiente, con mis obras y con mis manos acreditaba mis hechos; y agora, cuando soy escudero pedestre, acreditaré mis palabras cumpliendo la que di de mi promesa. Camina, pues, amigo Sancho, y vamos a tener en nuestra tierra el año del noviciado, con cuyo encerramiento cobraremos virtud nueva para volver al nunca de mí olvidado ejercicio de las armas.

Debieran nuestros políticos y todos/as aquellos/as que asumen y pretenden "mandar", "dirigir", "organizar" la vida social de este país, leer y releer muchas veces "El Quijote". Ahora que tanto se piensa en cómo festejar la vida de Cervantes quizá fuera la mejor manera no desdeñar y arrinconar el estudio de las humanidades en los colegios y facilitar de mil formas el adentramiento en los grandes relatos de la literatura universal donde tan claramente queda retratado el ser humano en sus luces y en sus sombras.
Rodeados como estamos cada día de funestas noticias de corrupciones, mentiras, medias verdades, soberbias personales, manos no tendidas, manos rechazadas, gestos abruptos y palabras vacías, Don Quijote y su soñadora caballerosidad se ausentan de la tierra que trotó subido a lomos de Rocinante y quizá camina cabizbajo también junto con los miles de refugiados que deambulan por la dormida europa que, con cada niño "perdido" en el camino, se hace más vieja y más alejada de la Vida. Tampoco hay apenas "Sanchos" filósofos que recuerden a su señor la realidad de las cosas cuando el sueño se transforma en desvarío y se tira por la ventana, junto con el agua sucia, el bebé lleno de posibilidades y de vida.
En medio de todo este "caos" social de dimensiones mundiales, urge una vez más la mirada del corazón, la mística de ojos abiertos de la que está haciendo gala Francisco (que me recuerda tanto a Quijote en medio de tantos molinos). Urge que aquellos que nos decimos enamorados del Evangelio, lo testimoniemos descubriendo las semillas de vida presentes en medio de tanta muerte, anunciando esperanza de la de verdad por entre tantas falsas esperanzas que detrás ocultan intereses bastardos de tipo personal y/o partidista.
Urgen palabras y gestos preñados de lucidez, sobran lugares comunes y topicazos. Urge reflexión profunda, escucha atenta a lo que de verdad se esconde tras tanta a mascarada. Pero si estamos esperando a que ese camino lo transiten "los de arriba" no haremos el camino necesario de comenzar los cambios significativos por la base, por la vida cotidiana de cada uno/a de nosotros/as, como es "no perder la virtud de cumplir mi palabra" que en este pasaje del Quijote evoca el compromiso con uno/a mismo/a de tomar mi vida entre mis manos y ser fiel a los compromisos que brotan en "tiempos fáciles" manteniéndolos en los tiempos difíciles.
Y si todo esto lo llevamos al terreno de la Cuaresma, entonces podemos aprovechar para vivir un ejercicio concreto de cuarenta días de fidelidad a lo hondo, de rechazar miradas banas y superficiales e intentar con todo el ser mirar como Dios mira dejándonos, para ello, mirar nosotros por Él. Si esto es así el dejarnos mirar por Dios nos transformará progresivamente en seres amantes, personas alejadas de la actitud de quien "echa una ojeada" o de quien "otea el horizonte" en busca de fallos que criticar o de anécdotas que contar (como quien con su móvil graba accidentes y tranquilamente los hace correr por las redes sociales sin ninguna sensibilidad ni respeto). Dejarse adentrar en "el mirar de Dios" nos conduce irremisiblemente al compromiso con al realidad, a la denuncia profética, al gesto misericordioso, al anuncio de que "algo nuevo está naciendo". Armas del Amor, el arma más poderosa.

Pudiera ser Don Quijote nuestra inspiración cuaresmal: Camina, pues, amigo Sancho, y vamos a tener en nuestra tierra el año del noviciado, con cuyo encerramiento cobraremos virtud nueva para volver al nunca de mí olvidado ejercicio de las armas.

miércoles, 27 de enero de 2016

NOMOFOBIA (y no es "miedo a los gnomos")

La nomofobia es el miedo a dejarse el móvil en casa/EFE/Jorge ZapataLa nomofobia es el miedo a dejarse el móvil en casa/EFE/Jorge Zapata
El término nomofobia significa “no-mobile-phone phobia” o, lo que es lo mismo, la dependencia al teléfono móvil llevada al extremo. Es el nombre con el que se ha definido al miedo de estar sin móvil. Puede parecer una simple adicción, pero también es posible que detrás de eso haya un grave problema psicológico.
Las fobias son una manifestación de nuestros conflictos internos expresados a través de algún tipo de miedo o angustia. Con el desarrollo de las tecnologías, han nacido nuevas fobias que se relacionan directamente con la innovación de los dispositivos electrónicos.
El uso diario y continuo de Internet, las redes sociales, tablets o smartphones hace que nuestra salud se vea afectada. Antonio de Dios, psicólogo del Hospital Quirón de Marbella, ha hablado con EFEsalud para explicar las razones por las que se produce la nomofobia y cómo combatirla.

Síntomas

  • Sensación de ansiedad
  • Taquicardias
  • Pensamientos obsesivos
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de estómago

Causas

La nomofobia: el miedo a vivir sin móvil
EFE/ Sebastiao Moreira
Por un lado, se produce una dependencia absoluta de los demás, pues el móvil es una manera de estar conectado. Es todo un problema de autoestima y de relación. De hecho, la inseguridad personal es el factor más común que causa nomofobia.
La idea de perfeccionismo es otra de las razones por las que aparecen estos casos, ya que en estas personas existe una necesidad de hacerlo todo sin ningún fallo.
“Mi vida circula alrededor de satisfacer al otro, así que, si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, me siento solo. Aparece el miedo a decepcionar a los demás”, afirma Antonio de Dios.
Si estamos esperando una llamada y no contestamos, sentimos que estamos fallando y el miedo se apodera de nosotros

Consecuencias

Al producirse una esclavitud absoluta al móvil, la adicción a veces es incontrolable.
Antonio de Dios asegura que los que sufren este problema son personas que no pueden apagar el móvil por las noches y que, por tanto, se ven interrumpidos durante sus horas de sueño. El insomnio es, por tanto, una de las consecuencias más frecuentes en los pacientes con nomofobia.
Lo primero que hacen los nomofóbicos al tener un móvil entre sus manos, después de un rato sin utilizarlo, es consultarlo inmediatamente.
“Es como el que tiene adicción al tabaco, que lo pasa mal cuando se le acaban los cigarrillos y que, en cuanto tienen la posibilidad de fumar, lo primero que hacen es encenderse uno”

Tratamiento

Siempre es aconsejable, ante cualquier duda, consultar con una persona especializada en dependencias, adicciones y en el tratamiento de la seguridad personal o la autoestima.
El abuso del smartphone se produce muchas veces porque la persona se siente presionada en algunos aspectos de su vida y de los que debería liberarse.
“Nuestra vida ha de estar centrada en nosotros mismos y no en la comunicación con los demás. De hecho, estar en contacto con el resto debería ser considerado como un extra”

Perfil del nomofóbico

Es una persona que tiene falta de seguridad en sí misma y baja autoestima. En cuanto a la edad, la nomofobia suele darse mucho más en adolescentes, pues ellos tienen más necesidad de ser aceptados dentro del grupo, además de que los jóvenes están más familiarizados con las nuevas tecnologías que las personas más mayores.
La nomofobia: el miedo a vivir sin móvil
EFE/ Harold Escalona
Suele ser más común entre en sexo femenino, pues la estructura cerebral de las mujeres hace que tengan más facilidad para comunicar y más necesidad afectiva que los varones. Además, ellas tienen mayor capacidad para establecer relaciones afectivas.
“Los hombres no tenemos tanta necesidad y utilizamos el teléfono móvil para aspectos tecnológicos, laborales o de gestión”, apunta De Dios.

Cómo afecta a las relaciones afectivas

Las relaciones de pareja se han visto afectadas en gran medida por el uso permanente del smartphone, aunque también es cierto que las facilita en muchas ocasiones. Hoy en día,tenemos muchas formas de comunicarnos, aunque, llevado al extremo, esto provoca un enorme problema.
“El hecho de mantener una relación a través de la pantalla hace que, a la larga, no seamos capaces de ser nosotros mismos cuando estamos cara a cara. Las personas inseguras se benefician al estar protegidas por un teclado y al poder expresar más cosas en la realidad virtual”, explica el especialista.
Se trata de un círculo vicioso. El miedo a la inseguridad aumenta la protección de estar detrás de un aparato y, al pasar más tiempo con el artilugio entre manos, más habilidad adquirimos en su uso y más pánico tenemos al cara a cara.
A veces no somos capaces de trasladar las relaciones que creamos a través del ordenador o del WhatsApp a la realidad del día a día. Ahí estaremos ante un problema”, declara el psicólogo Antonio de Dios.

Consejos

  • Apuntar lo que sería un uso razonable del teléfono
  • Apagar el móvil durante las comidas o durante una reunión familiarizados
  • Priorizar la realidad al mundo virtual
  • Si nos damos cuenta de que la ansiedad se apodera de nosotros al dejarnos el teléfono en casa, nunca está de más consultar con un especialista