La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

lunes, 11 de mayo de 2015

Regresar para progresar: Educar


Comenzamos una nueva semana. Os deseo que sea una semana bonita, de luz. Eso no quiere decir que sea una semana perfecta, sino que, en aquello que nos acontezca, seamos capaces de poner Paz e ilusión.

Por mi parte he decidido comenzar a celebrar el quinto aniversario de este blog que comenzó su caminito en septiembre de 2010. Para ello pretendo rescatar algunas entradas, volverlas a publicar. Estoy convencida de que es bueno volver a leer, repasar... "regresar para progresar" (no en vano este blog se llama "regreso a casa"). Desde luego la mirada profunda y atenta suele acariciar más de una vez los paisajes contemplados captando matices inadvertidos, permitiendo que el ser se haga permeable a la belleza. Por eso iré eligiendo las entradas que a mí misma me hacen bien, me interrogan más, me llevan más lejos.

Así que, durante un tiempo, en este blog, "lo nuevo y lo viejo" serán sacados del baúl, como dice Jesús que hacen los/as sabios/as.

EDUCAR (entrada publicada el 2 de diciembre de 2010)


Hoy te propongo que reflexionemos juntos/as en torno al significado de la palabra EDUCAR. Seguro que sabes que su etimología viene del latín educere, que quiere decir "sacar, traer hacia fuera". Así, el acto de educar, es el acto de ayudar al otro a sacar la sabiduría que lleva dentro. A mí me gusta compararlo con un parto: la parturienta y el neonato son los protagonistas, pero necesitan ayuda, indicaciones certeras. Antes las comadronas eran esenciales. Me gusta esa figura de la comadrona. Generalmente eran y son mujeres que también han sido madres. Nada como ayudar a otro cuando tú mismo has hecho la experiencia...nada como ser ayudado por alguien que ha vivido lo que tú vives, que ha hecho el recorrido, que sabe por experiencia...

Pues, si aplicamos la metáfora del parto a la educación, podemos comparar a todo/a educador/a con un/a partero/a. Los/as educadores/as ayudamos a nuestros chavales a dar a luz lo mejor de sí mismos, no sólo en el ámbito cognitivo, sino en lo referente a su persona.

Precisamente hoy urge otorgar a la educación formal los espacios, tiempos y recursos para que los educadores puedan educar en este sentido. Pero para ello son necesarios, sobretodo, educadores auténticos, vocacionados, enamorados no tanto de su trabajo como de los alumnos, aunque en el caso de la vocación educativa ambos "amores" van de la mano.

Ser educador es una inmensa responsabilidad, pero hermosa. Ser educador supone, lo queramos o no, ser modelo: el alumno se fija en ti, te ve, te percibe...¿qué les transmitimos? El "curriculum oculto" es real. Educamos más con nuestras actitudes que con nuestras palabras y, quizá, se nos está olvidando.

La metáfora del parto nos puede ayudar porque será muy difícil guiar al alumno hacia el descubrimiento de sí mismo si el educador es ajeno a su propia identidad como adulto. Nadie da lo que no tiene. No puedo acompañar y guiar a mis alumnos en el camino de ser persona cabal, de descubrir mi sabiduría interior (no cognitiva) si yo no he transitado esos caminos.

Creo que no hace falta explicar más, es algo muy fácil de entender. Pero no por fácil hemos de pensar que no sea necesario traerlo al primer lugar de nuestra reflexión sobre la educación y más si nos situamos en el ámbito de la Educación de la Interioridad. Será muy difícil acompañar de verdad (empatizando, comprendiendo, esperando, sonriendo, amando, abrazando, mirando, acogiendo, despertando interrogantes y emociones, silenciando los ruidos...) si el que pretende acompañar no está en ese mismo proceso o no se ha dejado acompañar.

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