La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

martes, 29 de abril de 2014

Él se nos apareció y... REGRESARON LA SONRISA Y LA TERNURA

¿Y si esto fuera Resurrección? ¿y si esta fuera la más grande vigilia Pascual? "LA GRAN PAYASADA".... Con catorce años representé esa obra de teatro, desde entonces sé que Dios y Alegría van unidas y que los/as payasos/as son rostro de Dios en la tierra porque con ellos regresan la sonrisa y la ternura a nuestras vidas.



domingo, 20 de abril de 2014

Él se nos apareció y...

   
Comparto la entrada del blog de Emilio Murugarren... PRECIOSA. Es también mi resumen de lo vivido en esta Pascua en Manresa. 

¡¡FELIZ PASCUA A TODOS/AS!! ¡¡HA RESUCITADO!!
 
 
 
   Pasaste a la otra orilla roto, herido, insultado, latigado, torturado, crucificado, demacrado, desfigurado, humilladoEncomendaste tu alma al Padre, perdonaste a todos los que habían tenido parte en esto y te dejaste en manos del Padre. Y pasaste a la otra orilla con las heridas y sufrimientos de la humanidad: miedos, traiciones, pérdidas, poder corrupto, dinero negro, celos, envidias, luchas de poder, ego malsano

   En la otra orilla Dios Padre te RESUCITÓ. No sabemos cómo, pero allí apareciste TÚ resplandeciente, con cara apacible. Nos llamaste a cada uno por nuestro nombre como solías hacer, con cariño y cercanía. SÍ, te vimos y nos quedamos como estatuas (por un lado la vergüenza de NO haber podido hacer nada nos paralizaba, por otro el temor que sentíamos al verte ahora, allí, delante de nosotros). Comenzaste a hablar como solías hacer y nos ganaste, otra vez. Creíamos que nunca más nos pondríamos a tu alrededor a escucharte, a conversar como hacen los amigos, a… Y se nos regaló estar contigo como ya lo habíamos hecho, pero de manera nueva. ¡Estábamos tan PERPLEJOS! ¡Estábamos tan CONTENTOS!

   No salió de tu boca queja ninguna, NO nos llamaste traidores ni miedosos ni flojos ni cobardes ni hipócritas… Nos envolviste en ese abrazo mágico que puso todas nuestras partes rotas en su sitio (esto me resucitó), como el Padre había hecho contigo. Y nos dijiste: “DEJAD IR… SOLTAR… y VIVIRÉIS”. Y, entonces, con lágrimas de emoción y alegría en los ojos, comprendí que:

     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te prendieron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te latigaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te insultaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te juzgaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te crucificaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te entregaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te traicionaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te…
     ·         JESÚS, mi hermano de camino, DEJASTE IR…

   Se nos apareció sin un ápice de IRA, de RABIA, de SED de VENGANZA, de ENFADO, de DERROTA, de FRACASO, de… Hubo en ese encuentro palabras y gestos de cariño, hubo risas y abrazos sentidos como el que vivió MARÍA, su MADRE (que no podía contener el llanto de alegría). Y allí, en ese encuentro, contemplando a mi amigo y hermano Jesús empecé a DEJAR IR…

     ·         DEJE IR la vergüenza y el temor.
     ·         DEJE IR la ira y la rabia.
     ·         DEJE IR el enfado y la sed de venganza.
     ·         DEJE IR los insultos y las peleas.
     ·         DEJE IR las luchas de poder y la competitividad.
     ·         DEJE IR la heridas del pasado y…
     ·         DEJE IR…

   Mi cuerpo se iba liberando de zonas oscuras y sentimientos negativos. Me sentía ligero y vivo. Estaba RESUCITANDO y mis sentidos se ocupaban en VIVIR.

miércoles, 16 de abril de 2014

"Porque es la Pascua, el paso del Señor"

Del mismo modo que sucede con el recuerdo del nacimiento de Jesús, la Semana Santa queda desdibujada por el ansia de devorar días de vacaciones, convirtiendo, en el mejor de los casos, los tradicionales "pasos" en un bien cultural (sin dudar de que para muchos son una expresión de fe profunda, no deseo menospreciar nada ni a nadie).

Sin embargo, estos son los verdaderos días centrales para un/a cristiano/a, porque sin Resurrección "vana es nuestra fe". Nuestro morboso gusto por el dolorismo, herencia de teologías que deberíamos superar, opaca -parece mentira- la eterna Luz de la Resurrección. El Viernes Santo dura un día en el calendario litúrgico cristiano, las Pascua se prolonga cincuenta días, más de lo que duran el Adviento y la Cuaresma. A lo mejor somos un tanto duros de corazón y de "mollera" y tendemos a anclarnos en los oscuro, en la muerte, en el sufrimiento más de lo "justo y necesario". Lo del famosos "valle de lágrimas" está aún demasiado presente.

Con todo, la Resurrección es la emanación de un proceso de vaciamiento total de Jesús: Encarnación, vida y muerte, tres pasos, tres fases que generan Resurrección.

Me pregunto: ¿Puede ser que mi vida individual con mi nacimiento, mi vida y mi muerte fuera preámbulo de Resurrección? ¿Pudiera ser que nuestros nacimientos vidas-procesos y muertes colectivas fueran el preámbulo de una colectiva Resurrección de la Familia Humana? Pablo dice que la creación entera aguarda expectante la plena manifestación de los hijos e hijas de Dios... ¿Sería ese el gran resumen de todo? ¿será que este tiempo de gracia que estalla en el "big-bang" y adquiere rostro en la Encarnación, vida muerte y resurrección de Jesús, prosigue su devenir en cada ser, en cada vida individual y en el desarrollo colectivo de cuanto es?

Cerca de poder celebrar de nuevo el Triduo Pascual en silencio, oración, atenta a la belleza de la simbología, siento muy dentro que sí, "es la Pascua, el Paso del Señor". El paso del "yo existencial" al "yo esencial" al que soy y somos invitados, convocados, paso trascendental en el que nos jugamos "ser o no ser". Paso que en Jesús se convierte en Amor desbordado y desbordante, en abrazo que abarca a todo ser, sin miedos, sin límites, sin rémoras, sólo con el límite de la propia aceptación de ese don eterno.

Paso de Jesús, pero paso también de tantos y tantas hombres y mujeres que han despertado y despiertan y despertarán a la Verdad, una Verdad que no es posesión de nadie porque simplemente "es", está ahí para quien tenga ojos y oídos, es gratuita, universal, libre, eterna y totalmente libre. Por eso el Viernes Santo Pilato preguntará a Jesús acerca de la Verdad y Jesús no responderá con palabras, sino con la Palabra rotunda de su cuerpo entregado, de su corazón abandonado en los Designio amorosos del Padre/Madre, perdonando porque le duele más la ignorancia y oscuridad de quienes le matan que su propio dolor...

Esa es la Verdad: la Pascua, el paso del "ego" a la Esencia, del "yo" al "nosotros", de la división a la comunión amorosa, activa, perdonadora... ¡¡RESUCITANTE!!

FELIZ PASCUA A TODOS Y A TODAS.