La Vida se manifiesta en nuestras vidas siempre y cuando mantengamos abiertos los caminos del interior. El actual ritmo de vida y los requerimientos de nuestra sociedad dificultan cada vez más ese acceso al interior personal en el que se encuentran las materias primas para la construcción de nuestras vidas. Sin darnos cuenta, nos autoexiliamos de nuestro hogar interior. Allí, utilizando la imagen del Maestro Eckhart, Dios se encuentra como en su casa, pero nosotros nos sentimos extranjeros.

Educar la Interioridad es favorecer los procesos y proporcionar las herramientas que nos permitan volver a casa, al hogar interior para desde allí vivir unidos a los demás, al mundo, a Dios.

domingo, 20 de abril de 2014

Él se nos apareció y...

   
Comparto la entrada del blog de Emilio Murugarren... PRECIOSA. Es también mi resumen de lo vivido en esta Pascua en Manresa. 

¡¡FELIZ PASCUA A TODOS/AS!! ¡¡HA RESUCITADO!!
 
 
 
   Pasaste a la otra orilla roto, herido, insultado, latigado, torturado, crucificado, demacrado, desfigurado, humilladoEncomendaste tu alma al Padre, perdonaste a todos los que habían tenido parte en esto y te dejaste en manos del Padre. Y pasaste a la otra orilla con las heridas y sufrimientos de la humanidad: miedos, traiciones, pérdidas, poder corrupto, dinero negro, celos, envidias, luchas de poder, ego malsano

   En la otra orilla Dios Padre te RESUCITÓ. No sabemos cómo, pero allí apareciste TÚ resplandeciente, con cara apacible. Nos llamaste a cada uno por nuestro nombre como solías hacer, con cariño y cercanía. SÍ, te vimos y nos quedamos como estatuas (por un lado la vergüenza de NO haber podido hacer nada nos paralizaba, por otro el temor que sentíamos al verte ahora, allí, delante de nosotros). Comenzaste a hablar como solías hacer y nos ganaste, otra vez. Creíamos que nunca más nos pondríamos a tu alrededor a escucharte, a conversar como hacen los amigos, a… Y se nos regaló estar contigo como ya lo habíamos hecho, pero de manera nueva. ¡Estábamos tan PERPLEJOS! ¡Estábamos tan CONTENTOS!

   No salió de tu boca queja ninguna, NO nos llamaste traidores ni miedosos ni flojos ni cobardes ni hipócritas… Nos envolviste en ese abrazo mágico que puso todas nuestras partes rotas en su sitio (esto me resucitó), como el Padre había hecho contigo. Y nos dijiste: “DEJAD IR… SOLTAR… y VIVIRÉIS”. Y, entonces, con lágrimas de emoción y alegría en los ojos, comprendí que:

     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te prendieron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te latigaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te insultaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te juzgaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te crucificaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te entregaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te traicionaron.
     ·         TÚ DEJASTE IR a quienes te…
     ·         JESÚS, mi hermano de camino, DEJASTE IR…

   Se nos apareció sin un ápice de IRA, de RABIA, de SED de VENGANZA, de ENFADO, de DERROTA, de FRACASO, de… Hubo en ese encuentro palabras y gestos de cariño, hubo risas y abrazos sentidos como el que vivió MARÍA, su MADRE (que no podía contener el llanto de alegría). Y allí, en ese encuentro, contemplando a mi amigo y hermano Jesús empecé a DEJAR IR…

     ·         DEJE IR la vergüenza y el temor.
     ·         DEJE IR la ira y la rabia.
     ·         DEJE IR el enfado y la sed de venganza.
     ·         DEJE IR los insultos y las peleas.
     ·         DEJE IR las luchas de poder y la competitividad.
     ·         DEJE IR la heridas del pasado y…
     ·         DEJE IR…

   Mi cuerpo se iba liberando de zonas oscuras y sentimientos negativos. Me sentía ligero y vivo. Estaba RESUCITANDO y mis sentidos se ocupaban en VIVIR.

2 comentarios:

Andrés dijo...

Feliz Pascua Elena para ti y todos los tuyos. Yo la pasé en el Monasterio de Bujedo con niños, jóvenes y adultos. Le percibí vivo en ellos.
Hoy ya estoy por Roma donde hemos iniciado nuestro 45 Capítulo General. Estamos Unos cien hermanos de la Salle de todo el mundo. También algunos seglares lasalianos se irán haciendo presentes. ¡Que el espíritu del resucitado nos de su luz y sepamos verla¡ Un abrazo. Andrés

Elena dijo...

Gracias Andrés. Desde ya presento este hermoso acontecimiento de vuestro capítulo al Señor, pidiendo que su Espíritu os ilumine apra ser fieles en este soglo XXI a la esencia del carisma de La Salle.

Besos míos y de Emilio